miércoles, 10 de junio de 2009

El oso Tatuado


































Símbolo de masculinidad y morbosidad, los tatuajes nos atraen sexualmente. Tribales, japoneses, trenzados celtas, todos ellos nos ponen a mil. Más allá de una moda pasajera se encuentran en pleno auge. El tattoo es una forma de ver la vida y de mostrar a los demás aspectos de tu personalidad



.Innegable es, pues, que el tatuaje es un fetiche que impone el morbo necesario para atraer miradas y atenciones por parte de los demás. Es en estas situaciones cuando entra en acción el morbo del tatuaje. Un más a más que nuestra personalidad posee que realiza las funciones de las feromonas en los animales, es decir, crear atracción sexual. Y es efectivo, porque, ¿quién no ha seguido alguna vez con la mirada a algún chulazo con un espectacular tatuaje?



Los más atrevidos se tatúan partes de su cuerpo que sólo muestran en privado, como por ejemplo, el culo o el pene. Localizaciones realmente morbosas que suelen ponernos a tono. También suele afrontarse el tatuaje como un símbolo de masculinidad, por ejemplo en los leathers, skins y osos. Cuanto más machorro es uno más tatuado lleva el cuerpo.




Y como nos ponen esos “eskinets” con esas Marteen’s y esos tattoos con motivos militares, o esos letherones con los tribales tatuados en los hombros adornado sus complementos de cuero que tan bien huelen, y que me dices de los oseznos, tan salvajemente fogosos tatuados con sus zarpas o grizzlies en su poblado pecho.



Es extraño que un dibujo en nuestra piel produzca ciertas sensaciones en las personas.



¿Será porque es para toda la vida y eso impresiona?















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